AVANtureros, la esencia de David, por Gabriela Riera


                                                                                                                                                                                                                          Su hogar es un camión adaptado con las comodidades necesarias, su ritmo es el que marcan los paisajes y su filosofía es "lento y a bajo costo". No es un turista que visita lugares, ni siquiera un viajero que los conoce, es un nómada que los vive. David quiere ir "poco a poco", minimizando gastos, buscando rincones increíbles y agrestes, o sitios de pernocta que te dejen sin aliento, aprender de la experiencia de los habitantes locales. La esencia pura del #vanlife.

Es, en esa búsqueda de lo salvaje e increíble, donde la majestuosidad de las auroras boreales encajó a la perfección. Describe su última aventura como “mágica, llena de variedad de formas y colores", una danza en el cielo "con cascadas de amarillo verdoso y brillos bordó”, al mismo tiempo que sus ojos se encienden y se llenan de emoción con forma de lágrimas.

Ver esa "cúpula del cielo nocturno inundada de color" desde la quietud de un lugar remoto y salvaje, elegido conscientemente, podría representar la culminación de una búsqueda, pero no es suficiente para él.

“La existencia es demasiado maravillosa como para dejarla para después de los 60”, afirma este catalán, de unos cuarenta y pico, que asegura que los grandes sueños no deben posponerse.

Su momento actual en su camioneta, apodada “Sherpa” y preparada para resistir el frío polar durante varios meses, contrasta con sus inicios en la carretera, marcados por “acampadas libres en tienda de campaña" que demandaban discreción y rapidez al amanecer.  Viste unos jeans, un buzo canguro amarillo con una estampa de una kombi de colores (que le compró a unos colegas en el camino), y unas zapatillas de trekking. En la vanlife hay poco espacio para la ropa innecesaria.

Para David, uno de los rostros detrás de aVANtureros, un perfil de Instagram con solo 9 mil seguidores, y un sitio Web para entusiastas de los viajes en furgoneta y autocaravana, el camino es mucho más que una ruta o llegar a un lugar; es una filosofía de vida formada a lo largo de una década de "crecimiento personal".

La decisión de "vivir viajando" se precipitó tras la trágica pérdida de sus padres por cáncer, con un mes de diferencia. Le impactó ver cómo su papá, recién jubilado, dejó inconclusa una sencilla lista de sueños y actividades pendientes.

Considera que lo verdaderamente "extremo" es "sentenciar tu vida a lo que pueda pasar cuando te jubiles", no es su elección actual, que define como: “darse cuenta de la belleza de la vida aquí y ahora”.

Si bien su historia es particular, David subraya que, aunque siempre habrá cosas para hacer más adelante, lo crucial es no posponer los "grandes sueños".

Lo que busca son "pueblos mágicos sin turismo", personas "con una gran alma", "senderos (gratuitos) que te abruman", ni lujos ni atracciones con costo. Su ética ambiental se manifiesta evitando atracciones que exploten la naturaleza o animales, nunca arrancando flores, y esforzándose por dejar los lugares "más limpios de lo que los hemos encontrado". Este respeto se extiende a las personas locales, a quienes ve como guías. Busca conversar, "emborracharse de su cultura y saberes", y solo tomarles fotografías con su consentimiento previo, sin buscar "protagonismo" personal.

A través de aVANtureros en Instagram, David comparte rutas y consejos, invita a la reflexión, apela al usuario, lanza debates y comparte su perspectiva de la vida. Cómo cuando se produjo un corte de energía en España, que duró más de 12 horas que paralizó aeropuertos, metros, la rutina en las ciudades, él decidió lanzar un video que mostrara la normalidad de hacerse la comida con una cocina de gas en garrafa y paneles solares que suministran la energía de uso diario a su casa-móvil y le dan la independencia necesaria para la vida nómade. Se convirtió en viral y le sumó 5000 seguidores en una hora.

De cara al futuro, David ya tiene un gran proyecto en mente: un viaje terrestre al Himalaya, explorando países como Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. Este plan revela su espíritu, pero también demanda una gran planificación para superar los riesgos de lo desconocido y distante de su propia cultura, que él califica de “eurocéntrica”, cuando todo gira o está dispuesto para nuestro servicio.

Los preparativos incluyen muchos trámites de documentación y visas, junto con una revisión profunda de funcionamiento de todos los equipos, interno y externos, de su casa-móvil, por eso decidió tomar un pequeño curso de “mecánica para viajeros en autocaravanas” que ofrece otro compañero cerca de Girona.

La vida nómade actual incluye la mezcla adecuada de proporciones, como si fuera una receta de cocina: muchas ganas de cumplir tus sueños, una pizca de aventuras, dos cucharadas de visas, una taza de planificación, otra de redes sociales y aplicaciones digitales, sazonadas con experiencias regionales y compañeros de camino. ¡Qué tus saberes te acompañen!


 (https://www.instagram.com/avantureros.oficial/)

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